Cuando las temperaturas son anormalmente altas, el calor excesivo puede ser un peligro para la salud. Las temperaturas muy extremas y el exceso de calor producen una pérdida de líquidos y de sales minerales (cloro, potasio, sodio, entre otros) necesarios para el organismo. Este hecho puede agravar una enfermedad crónica o provocar deshidratación y agotamiento. Si la exposición a temperaturas tan elevadas se prolonga, se puede sufrir un golpe de calor, una situación que puede acabar siendo grave.
Síntomas:
Con el verano llegan las temperaturas altas y el calor. A medida que la temperatura del aire sube, el cuerpo se mantiene fresco con la evaporación del sudor, pero si hace mucho calor y hay humedad este proceso de evaporación se retarda y la temperatura corporal puede elevarse hasta niveles peligrosos. El calor excesivo puede llegar a perjudicar la salud y a provocar:
- Agotamiento. Incluye síntomas como sudoración excesiva, respiración rápida, y polvo acelerado y débil.
- Deshidratación. Se produce cuando el organismo no puede reponer los líquidos y las sales minerales que pierde cuando el sudor se evapora.
- Golpe de calor. Puede llegar a ser grave y se caracteriza por temperatura alta, dolor de cabeza y náuseas, entre otros síntomas.
- Rampas. La actividad física intensa y las altas temperaturas pueden provocar dolores y espasmos musculares.
- Erupciones cutáneas. Aparecen como consecuencia de la irritación de la piel por exceso de sudoración.
Ante estos síntomas, trasladáis la persona a un lugar más fresco, dadle agua, mojadla, abanicadla y avisáis urgentemente los servicios de emergencias (112).