Si tenéis un bebé, es posible que algunas de estas situaciones os sean familiares y por lo tanto, que estéis agotados.
Dormir es una necesidad esencial para pequeños y adultos. En el caso de los niños, dormir adecuadamente favorece su desarrollo y crecimiento además de permitirles estar más activos y contentos durante el día. Para los adultos, la falta de sueño durante muchos meses nos afecta mental y físicamente; y es que cuando tenemos un sueño reparador, estamos más relajados y gozamos más el tiempo que pasamos con nuestros hijos.
Dormir es un hábito de se puede enseñar. Dormirse independientemente y volverlo a hacer durante la noche es una habilidad que se aprende con práctica y esfuerzo. La Especialista en sueño infantil guía y ayuda a familias que necesitan y quieren cambiar los hábitos de sueño de los más pequeños. Siempre desde una perspectiva respetuosa y progresiva, teniendo en cuenta la filosofía de crianza de cada familia y el ritmo que nos marca cada niño en particular, trabajamos conjuntamente durante todo el proceso hasta conseguir los objetivos marcados.
¡Volver a dormir es posible!