Situaciones delicadas
En este sentido, ha matizado que "quizá la única contraindicación para practicar una artroscopia sea la patología tumoral, en la cual la técnica podría provocar una diseminación local de la neoplasia".
Dentro de la técnica artroscópica, Canosa ha apuntado que "la situación más delicada es cuando se está en zonas próximas a estructuras neurovasculares, como ocurre en la cirugía del espacio peritrocantéreo de la cadera o en la región posterior de la rodilla ante lesiones como la sinovitis vellonodular pigmentada, que puede haber lesionado la cápsula posterior".
Asimismo, ha hecho hincapié en que "en aquellos procedimientos que exigen la colocación de implantes hay que ser cuidadosos para que no se produzcan roturas del material. Si esto ocurriera podría complicar la cirugía".
Además, ha añadido que patologías frecuentes como la reparación del ligamento cruzado anterior son exigentes, ya que hasta la fijación final de la plastia y la comprobación adecuada de su colocación y tensión no se puede dar por terminada la intervención".